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“OIJ abandonó rol de policía científica y se convirtió en Fuerza Pública”

Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública:

Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública, conversó en exclusiva con DIARIO EXTRA y detalló que, desde los tiempos de Jorge Rojas, exdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el trabajo de la policía judicial ha cambiado. 

El país continúa el sangriento camino de la violencia y los homicidios. 

Según datos suministrados por el OIJ, hasta el 9 de marzo se registró un total de 172 víctimas de homicidios dolosos, situación ligada a delitos como el sicariato, venta y distribución de drogas, así como control de territorio para la venta de estupefacientes.

¿Qué opina de la cantidad de muertos y la situación de inseguridad en Costa Rica?

-Sale del departamento de Estadística de OIJ, indicando que en 2024 vamos a tener los mismos homicidios que el año anterior. Ese es el pronóstico de ellos y es totalmente cierto si las condiciones del año anterior siguen prevaleciendo durante 2024; es decir, que el número de sicarios que cometen esos actos criminales siguen estando libres y no en prisión, porque un tiempo después volverán a cometer los homicidios. Si revisa, hay una baja detención de los sicarios.

¿Lo que ocurre en el país es producto de las leyes tan endebles con los imputados? ¿Concuerda usted con eso?

-Completamente, hay una suma de factores. Si revisa por qué el sistema como un todo está resultando inefectivo es porque no está diseñado para enfrentar el tipo de criminalidad que hoy tiene el país. Urge una reforma policial, urge una reforma judicial, una reforma legal y penitenciaria. Nuestra policía realiza un trabajo de contención y, pese a la escasez de recurso humano policial, ha podido realizar una reducción de delitos comunes como hurtos y asaltos en 2022 y 2023.

¿Piensa que la Fuerza Pública no ha podido contener los homicidios? ¿Ha sido débil esta labor o ha faltado algo?

-Recordemos algo, los homicidios en Costa Rica quien los trata es la Sección de Homicidios del OIJ, es la única competencia legal para ver este tema. Mucha gente por creencia piensa que es un tema de la Fuerza Pública y esta lleva a cabo solo la vigilancia de todos los delitos; por supuesto, detiene en el acto a aquel que cometa un ilícito. La delincuencia ahora estudia la presencia policial.

Operación Caribe: 50 agentes de OIJ contienen la ola criminal por más de 20 días en Limón, pasa ese tiempo e inmediatamente vuelve la violencia. ¿Qué opina de esta situación?

-Para eso ser real yo hubiese tenido que retirar a toda la Fuerza Pública a ver si eso es cierto. Hay 125 personas en la comandancia, 100 adicionales y se sumaron 50 agentes, esos terminaron de ayudar de hacer el cierre. Cuando se van los 50 nos queda un faltante, pero no fue que aparecieron los 50 y la Fuerza Pública estuvo acuartelada, ellos se sumaron. La lectura que yo hago es cuando se trabaja de manera conjunta se logran objetivos positivos.

¿Considera que es necesario mayor trabajo policial en conjunto para disminuir el índice de homicidios?

-No estoy en el escenario de quien se lleva los créditos, nada más hago la valoración. Cuando se trabaja de forma conjunta, se logran los resultados y en este caso hubo trabajo en conjunto. Pero el decir que se retiran y que el hecho de que durante esa semana no hubiera homicidios no es solo de OIJ, es suma de la operación articulada, en la que había 200 policías de Fuerza Pública y 50 judiciales, era un total de 250. Cuando se van esos 50 quedan unos espacios vacíos que los utilizan las bandas para hacer sus ataques.

¿Entonces el número de efectivos en las calles para contener y vigilar la criminalidad es clave para el trabajo contra el crimen organizado?

-En este caso los 50 se suman a una operación. Si yo retiro los 150 policías y dejamos solo los del OIJ, posiblemente hubiera sido el triple de homicidios porque ese número no alcanza para cubrir todo el cantón central, entonces aquí entra el análisis de lo que es el trabajo de las capas policiales. El OIJ suma una capa adicional a la operación que hay en la zona. Esto no tiene que ver con el nombre del uniforme, sino con el número de efectivos.

¿Qué falta para atacar esa criminalidad que opera hoy en día en nuestro país?

-El OIJ debería ser nuestro FBI (Federal Bureau of Investigation). Más bien cuando van a hacer un allanamiento se apoyan en las unidades locales, que son investigadores, trabajan con laboratorio, solo generan prueba y evidencia, nunca aparecen en la foto, nunca aparecen dando declaraciones. Es un trabajo fuera del ojo público, eso no da acceso a medios. ¿Qué da acceso a medios? Relativamente lo que hace la policía. Por eso estoy aquí, porque la policía genera esa información. El OIJ desde la época de Jorge Rojas abandonó el rol de policía científica y se convirtió en Fuerza Pública. Sus principales unidades hacen allanamientos, pero sí hay más aporte que hacer. 

¿Cómo resume el plan de trabajo y los resultados que ha dado Costa Rica Segura Plus?

-Lamento que teniendo una ruta clara y concreta de cómo superar el tema de la inseguridad, producto no sé de qué, el tema no ha sido valorado con la seriedad del caso. ¿Por qué? No me toca a mí responderlo, solo puedo decir que desde que llegué al cargo me pareció lo más importante que tenía que hacer, por eso soy el principal redactor, no costó un colón. Este es el momento de sintonizar todas las cosas que tienen que ver con seguridad y la parte de prevención social es fundamental.

¿Cuál es la diferencia entre el trabajo que enfrenta hoy como ministro de Seguridad y el que llevó a cabo en su administración anterior?

-Enfrentamos una criminalidad diferente, conocemos casos en los que se matan por nada, por capricho. Eso en el mundo criminal de hace 10 años jamás hubiera pasado, antes no se metían con las familias de nadie o la pareja de otro, ahora sí. El tema de drogas y poder es sumamente peligroso, terminan matando a su mejor amigo por error y al final es matar por matar. Estamos viendo patologías criminales de maldad, por dañar; estamos viendo una dimensión distinta tipo México.

¿Cuál es la ruta para disminuir la ola de violencia que azota a nuestro país? 

-Yo digo, por ejemplo, ¿por qué los máximos sicarios de Limón no han sido detenidos? Es un juego de detenciones. Vea que estamos apostando por prisión preventiva como una solución. Hay un esfuerzo sistemático por resolver el problema, entre todos los poderes y actores sociales, lo que pasa es que esto ya no es criminalidad. Estamos hablando de la toma territorial de los grupos criminales. No les interesa el poder total, sino el control de determinada zona para ser los verdaderos dueños. Necesitamos modernización legal, trabajo en conjunto, tecnología y un nuevo escenario carcelario que es necesario incorporar.

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